Hola! Nos presentamos?


Hola!
Mi nombre es Marcela A. Caffulli y soy la madre de este blog que en el día de hoy vió la luz por primera vez. 
El objetivo principal, su motivo de existencia, es poder transmitirles información acerca de la Salud Infantil, la Crianza y el Neurodesarrollo Infantil, que es a lo que me dedico. Pero lejos de encararlo desde un lugar netamente técnico, les ofrezco una mirada distinta... esa que surgió en mí el día que me convertí en madre de un pequeño humano.

Antes que nada me gustaría contarles un poco sobre mí, para que sepan quién les habla del otro lado de la pantalla. Si, me gusta pensar que el que me está leyendo siente la calidez de la palabra hablada, casi como si estuviéramos conversando personalmente.

Como les conté, me llamo Marcela, tengo casi 35 años (la próxima semana hago el cumple en cuarentena) y soy Médica Pediatra Dipomada en Neurodesarrollo Infantil.
Estudié Medicina en la Universidad de Buenos Aires y completé mi formación de especialista en Pediatría en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Allí hice la Residencia en Clínica Pediátrica y luego me avoqué a la Pediatría Ambulatoria (la parte "extra hospitalaria" de la pediatría) y al Neurodesarrollo Infantil, que son las dos cosas que me apasionan. Actualmente trabajo como Médica de Guardia en el Hospital Italiano de San Justo y soy Miembro Titular del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría.

En los primeros años de pediatra trabajé haciendo consultorio en el Hospital Italiano, pero siempre tuve el sueño de poder tener mi propio consultorio. Por suerte este sueño intervino varias veces en mis pensamientos y no tardó mucho en plantarme un ultimátum: es hora! Para muchos habrá sido una decisión arrebatada, pero para mí fue de las cosas más auténticas que hice por mí misma. Así que en 2017 hice un Bungee Jumpping y abandoné la Nave Madre (así denominé al Italiano), para dejarme fluir en el aire y empezar a volar alto con alas propias.

El primer consultorio fue la prueba piloto. Nada en mi vida es improvisado y obviamente tenía que tener "todo y un poco más" para que yo me sintiera a gusto de seguir adelante con el cambio de vida que me había propuesto. Mis padres me facilitaron un espacio en nuestra antigua casa familiar y haciendo algunas modificaciones edilicias, el consultorio estaría listo para funcionar en el mes de Agosto (casualmente Agosto...). Los primeros pacientes fueron unos vecinos de la cuadra, que encontraron fabulosa la idea de tener a la pediatra a dos casas de distancia. Ellos son Laura, Sergio y la pequeña Sol. Más tarde me siguieron ex pacientes del Italiano: los hermanos Moguilevsky, los Paladini, los Benegas, etc. Aparecieron nuevas familias que llegaron del boca en boca y el "boliche" se empezó a llenar de niños y niñas que pintaron de color con sus caritas esa antigua casa, que siempre sería MI casa.

A fin de ese GRAN año llegó la noticia de que Luciano estaba en camino y llegaría... en AGOSTO! Si señor/a! Así que 2018 se traía entre las manos otro gran año! El año más clave de mi vida, tan esperado y a la vez tan postergado como pocas cosas. Era el año de mi debut como madre, bueno... como madre pediatra! 
Debo decir que combinar ambas cosas fue todo un desafío. A veces uno desearía saber menos de lo que sabe cuando llegan los hijos. Pero en términos generales pudimos poner las cosas en perspectiva y Luchito siempre colaboró. Me tuvo mucha paciencia desde el primer día y supo rebuscarse para enseñarme a maternar como yo soñaba hacer. También me enseñó a ver la otra cara de la Pediatría, esa que se ve desde el lado de los pacientes. Por este motivo surgió en mi la necesidad de hablar de pediatría desde esta nueva perspectiva: menos técnica y un poco más empática. Primero debuté en Instagram, abrí mi página en Facebook y hoy doy el puntapié inicial en Blogger.

Siguiendo un poco la historia, en 2019 los planetas se alinearon y pude mudar el consultorio que estaba en el living de mi casa (donde ahora vivíamos Lucho, Cristian y yo) a un nuevo lugar. El momento soñado estaba ahí adelante de mis ojos!! Un hermoso departamento cerquita del Parque Saavedra sería la sede de una nueva sesión de Bungee Jumpping y en él empezaría una nueva y GRAN historia.

No pasaron muchos meses hasta que el mundo se declaró en Pandemia por Coronavirus y todos nos pusimos en pausa. Las calles se volvieron desiertos y empezó una vida adentro de casa. Aprendimos a trabajar con el mundo exterior mediante una pantalla y a ser profesionales aún en pantuflas y con gritos de niños de fondo. Nos dimos cuenta de lo que necesitamos el contacto con otros humanos, aunque sea de forma virtual y fue ahí donde sentí que mi aporte en redes sociales tenía un sentido: quiero llevar calma a todos los hogares que pueda llegar,

Me siento una chica con suerte, así que espero poder alcanzar mi obetivo una vez más y serles útil con mis post.

Bienvenidos!!

Marcela 





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